Pon un Abogado en tu vida
Con el comienzo del nuevo año siempre nos llenamos de propósitos y objetivos. Consabido es que poco tardamos en olvidarlos en la mayoría de los casos pero algunas veces conseguimos llevar alguno a buen puerto y esos pocos, aunque sean pocos, resultan merecer la pena.
En este inicio de año os propongo un nuevo propósito: acudir a un Abogado. Pero, ¿por qué? Pues aquí os van 5 temas con su justificación.
El arrendamiento de vivienda cada vez resulta más habitual, habida cuenta de que conseguir una hipoteca parece ser misión imposible. Asimismo, la situación económica nos ha obligado a todos a acostumbrarnos a cambiar de empleo con rapidez y a tener que buscarnos las habichuelas en cualquier lugar de la geografía española.
Hoy en día se puede decir que el formalizar un arrendamiento de vivienda es un trance que pasamos todos periódicamente. Sin embargo, esto no implica que sepamos reaccionar, o siquiera podamos, frente a ciertos desaprensivos arrendadores. ¿Cuántas veces hemos oído eso de que “no me quieren devolver la fianza” o eso otro de que “me quieren cobrar el resto del año”?
Ciertamente, un Abogado es innecesario más allá de la redacción del contrato de arrendamiento, y eso si quieres un contrato bien redactado y bien atado. Pero, cuando llegan los problemas, ¿no creéis que hubiera sido mejor saber lo que estabais firmando?
Por sucesión, en el ámbito legal, se entiende el cambio de titular en todos los bienes y derechos de una persona fallecida. Por desgracias, es algo que a todos o bien nos ha pasado o bien nos pasará, no por desearle mal a nadie si no porque es ley de vida.
Pues bien, en muchas ocasiones, con un par de visitas al Notario, tenemos el asunto solucionado. Sería el caso de que todos los herederos estuviesen de acuerdo. Pero en otras ocasiones, la herencia se convierte en un calvario, no ya por tener que enterrar a un ser querido si no por tener que lidiar con los que quedan vivos.
Cierto es que sentarse a hablar las cosas ayuda, y mucho, pero para qué vamos a negar que hay con quien es imposible hablar. Frente a estas circunstancias, lo mejor que se puede hacer es dejar el asunto en manos del Abogado, quien tratará con el pariente díscolo y defenderá tus intereses.
3.Administraciones Públicas y papeleo
Pocas cosas hay más traumáticas que agarran un papel y ser incapaz de entender ni una sola de las palabras que contiene; esa sensación de entender cada palabra por separado junto con el sinsentido del texto.
La Administración Pública española, cualquiera de ellas llegado el caso, tienen obligación de informar a cualquier persona interesada en un asunto de forma que pueda entenderlo. Pero lo que la Administración (Ayuntamiento, Comunidad Autónoma, Ministerio…) entiende que es inteligible dista mucho de serlo, y lo que considera que es informar, generalmente suena a requerimiento.
En estas ocasiones, coger el dichoso papel y llevárselo al Abogado te va a servir para ahorrar: en tiempo, en dinero y en jaleos.
Los Juicios de Faltas, en el ámbito penal, son una de esas pocas cosillas que puedes hacer sin Abogado, pues la dirección letrada es facultativa.
Sin embargo, puede ser toda una odisea el intentarle explicar a Su Señoría por qué lo que tu cuñado te dijo en Nochevieja mientras trinchaba la cena con un cuchillo de carnicero te pareció que era una amenaza o por qué lo que dijo tu primo en el brindis acabó con la Policía como convidada. Las circunstancias, explicadas en términos que el Señor con Toga entienda, pueden quedarse en nada, pero he ahí el quid de la cuestión: el que Su Señoría lo entienda.
5. Vecinos y Comunidades de Propietarios
Los primeros meses del año suelen conllevar cambios en las Comunidades de Propietarios y, en consecuencia, se reúnen los vecinos. Salen a la luz las cuotas impagadas, las solicitudes de derramas, las peticiones más variopintas y se toman decisiones que afectan a toda la Comunidad sin saber ni cómo ni por qué. Ante la duda, pregúntale a un Abogado pues el vecino del 4º que estudió Derecho hace 15 años puede estar desfasado.
En definitiva, tened presente que dentro de las labores del Abogado están la de asesorar a las personas y la de colaborar con la Justicia. Y no hay medio más fácil para alcanzar la Justicia que asesorando.
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